El presente artículo explora los principales desafíos bioéticos que emergen hoy en el ámbito de la salud mental, en un contexto marcado por avances tecnológicos, transformaciones sociales y nuevas formas de sufrimiento. Desde una perspectiva profundamente humanizadora y con fundamento en la bioética personalista, se abordan cuestiones como la neuroética y la modificación del comportamiento, el uso de inteligencia artificial en el diagnóstico psiquiátrico, el acompañamiento ético ante el deseo de morir, las terapias con psicodélicos, la atención psicosocial en crisis humanitarias y las implicaciones del transhumanismo. Más allá de una mera exposición de dilemas, el artículo propone un enfoque ético que pone en el centro a la persona, afirmando su dignidad incluso en la fragilidad, y defendiendo una práctica clínica que no se limite a intervenir, sino que sepa también acompañar, discernir y custodiar.